SER GUIADOS POR EL ESPIRITU
Leamos SALMO 13:2-3
¿Hasta cuándo debo estar angustiado,
y andar triste todo el día?
¿Hasta cuándo mi adversario me dominará?
Señor y Dios mío, mírame y respóndeme;
ilumina mis ojos, y mantéenme con vida.
Dios quiere que le presentemos cada asunto de nuestra vida a El pues su intención es dirigir nuestros pasos hacia el éxito. Recordemos su deleite consiste en ver a sus hijos e hijas conquistando retos y disfrutando de la victoria total en cada área. Es precisamente por esta razón que nuestro Padre celestial nos ha dado de su Espíritu ya que éste es el encargado no solamente de enseñarnos, recordarnos los principios del Reino de Dios sino también de guiarnos, equiparnos, a toda verdad, a fin de que podamos caminar conforme a su diseño.
¿Cómo recibimos esa guía?
A través de la Palabra de Dios. Pues al leerla y meditar en ella, el Espíritu Santo iluminará nuestra mente y corazón haciéndonos comprender el propósito real de las cosas, repartiéndonos a cada uno conforme a la necesidad que estemos atravesando, e impulsándonos a tomar la acción correcta.
Es debido a ello que el apóstol Pablo constantemente nos anima, a través de las escrituras, a estar orando en el Espíritu pues de esta manera recibiremos revelación y sabiduría para tomar decisiones, llevándonos así a experimentar su paz y bendición en todo lo que emprendamos en la vida.
En conclusión la clave para caminar con éxito y seguridad es el Espíritu Santo.