LA ESPADA DEL ESPIRITU
Leamos Efesios 6:17
“Tomen……….. la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.”
Al saber que estamos en guerra, es de suponerse que para tener éxito en la batalla en contra del enemigo no solamente usaremos elementos de protección sino que también deberemos contar con armas de ataque.
Pensando en esto es que nuestro Padre celestial nos ha provisto de todo. Gratuitamente nos ha entregado LA ESPADA DEL ESPIRITU, que es LA PALABRA DE DIOS.
“Ciertamente, la palabra de Dios es viva y poderosa, y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta la médula de los huesos, y juzga los pensamientos y las intenciones del corazón.” Hebreos 4:12
Nótese, esta espada no es una espada que daña, hiere y mata a las personas sino que las edifica, levanta, transforma, y anima. A quien si destruye por completo es al enemigo y a todas sus estrategias, mentiras y artimañas. Pues tiene el poder de penetrar hasta lo mas profundo del ser humano, con el fin no solo de destruir todos los pensamientos, deseos, e intensiones que el enemigo haya sembrado en tu corazón, sino también de reemplazar todo engaño con la fe en las verdades del reino de Dios, las mismas que producirán frutos de gozo y paz en abundancia.
Así que la fe proviene del oír, y el oír proviene de la palabra de Dios. Romanos 10:17
Dicho en otras palabras, la Palabra de Dios tiene el poder para destapar el oído de la persona, cortar la “carnosidad espiritual” que le impide escuchar y una vez destapado, puede oír, recibir y entender el mensaje divino, como la vida misma.
Por tanto, léela, medítala y memorízala, solo así estarás listo para la batalla. Pues ésta Espada del Espíritu te permitirá enfrentar al enemigo, quitarle lo que te ha robado y hacerlo retroceder al lugar que le corresponde por designio de nuestro Padre celestial.
Así es que, desenvaina la espada que te ha sido entregada y arremétela sin temor alguno, pues Dios mismo adiestra tus manos en el uso de esta arma poderosa.
TAREA
1.- Agradécele a Dios por este regalo preciosa y comprométete a usarla constantemente.
2.- Simbólicamente toma la espada del Espíritu en tu mano y declara que es tiempo de que el enemigo retroceda y devuelva lo robado a tu persona, familia, trabajo, etc.