FACETAS EN LA RUTA DE LA FE: DE CREYENTE A DISCIPULO

Esta etapa corresponde al segundo nivel de crecimiento espiritual en el que la vida que dio inicio al “recién nacido”, continúa avanzando en medio de eventos específicos en la vida de este. Donde la fe se manifiesta a través de dos elementos: EL CREER Y El CAMINAR CONFORME A LO QUE SE CREE.

La palabra discípulo en el lenguaje original significa: alumno, instruido, aprendiz; es alguien que sigue a un maestro y tiene un hábito de vida “aprender”.

Leamos el siguiente pasaje y reflexionemos. Lucas 14:25-27 “Grandes multitudes le acompañaban; y Él, volviéndose, les dijo: Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre y madre, a su mujer e hijos, a sus hermanos y hermanas, y aun hasta su propia vida, no puede ser mi discípulo. El que no carga su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo.”

VER:

¿A quién va dirigida esta palabra?

¿Qué palabra se repite más?

¿A qué se refiere la frase: “Si alguno viene a mi”, si ya la multitud le está acompañando?

¿Quién no puede ser discípulo de Cristo?

JUZGAR:

¿Qué significa: “Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre y madre, a su mujer e hijos, a sus hermanos y hermanas, y aun hasta su propia vida, no puede ser mi discípulo” ?

¿Qué piensas que Cristo quería decir con: “El que no carga su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo” ?

ACTUAR:

¿Te consideras discípulo de Cristo?

¿Cuál es el mayor desafío que has enfrentado al decidir serlo? comparte con el grupo.

¿Qué crees que te falta para seguir la ruta de la fe como discípulo?

En conclusión: El discípulo es alguien que cree todo lo que Cristo dijo y hace todo lo que Cristo manda. Entra en un proceso donde deja de lado el preocuparse por sus propias necesidades. Se ocupa de aprender y seguir instrucciones de vida con gozo aun cuando esto suponga sacrificios, pensando en el bien del reino. En pocas palabras, aprende a oír y obedecer a Dios con alegría. Por tanto, asume compromisos y responsabilidades.