LA LLAVE QUE ABRE PUERTAS
Leamos el siguiente pasaje y reflexionemos:
Colosenses 3:15-17 “Y que la paz de Cristo reine en vuestros corazones, a la cual en verdad fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos. 16 Que la palabra de Cristo habite en abundancia en vosotros, con toda sabiduría enseñándoos y amonestándoos unos a otros con salmos, himnos y canciones espirituales, cantando a Dios con acción de gracias en vuestros corazones. 17 Y todo lo que hacéis, de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias por medio de Él a Dios el Padre.”
VER:
¿Qué palabras se repiten con mayor frecuencia?
¿Dónde debe reinar la Paz por la que debemos estar agradecidos?
¿Dónde debe habitar la Palabra de Cristo por la cual tenemos acciones de gratitud a Dios?
JUZGAR:
¿Cómo se deben hacer todas las cosas?
¿Cuál es el elemento común en estos tres versos?
¿En qué áreas debemos ser agradecidos?
ACTUAR:
¿Eres una persona agradecida con Dios?
¿Qué señales hay en tu vida que indican que estas agradecido con Dios?
Hay mucho por que agradecer a Dios. La rutina es un velo que adormece y enceguece. Lamentablemente, lo que tienes en abundancia, no lo valoras. Un ejemplo de ello lo vemos en Judas, quien caminó con Jesús, fue testigo de milagros y prodigios, gozó de la confianza del Maestro, fue su tesorero e incluso, llegó a meter la mano en su plato y con todo ello, no valoró nada.
Cuidado con que te suceda lo mismo. Valora tu vida, tu familia, tu congregación, tu trabajo, todo lo que Dios ha puesto en tu mano, pero ubicado desde el poder de la resurrección de Jesucristo. La prueba de que lo estás haciendo es cuando AGRADECES no solo con palabras, sino con hechos.
"Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia" (Hebreos 12:28)
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